Francisco Petrarca, elabora el PADRÓN, dijimos que es la lista, el registro de las familias.
1727, se marcan las líneas del EJIDO, que es el territorio, se prevee, se extenderá la ciudad. También los PROPIOS, tierra donde pasta el ganado real, es tierra jurídica. Más allá de los propios, las casas quintas, donde los montevideanos disfrutaban el verano de diciembre a marzo. Estas líneas llevan nombres de calles en la actualidad, que recuerdan esos límites. Recordar que fuera de la ciudadela había puestos militares, por lo tanto era muy peligroso salir de las murallas.
"Figurémonos una población en tinieblas, con más huecos, zanjas, albañales, estorbos y desperfectos que otra cosa; en que para salir de noche era preciso hacerlo con linterna, para evitar tropezones y caídas, por cuanto uno que otro farolito en la puerta de alguna esquina, que desaparecía al toque de ánimas, ...". Isidoro de María. |
Esta imagen les permite apreciar la CIUDADELA, que es una plaza de armas, allí hay artillería y ejército. También se puede ver la muralla que rodea Montevideo en torno a la Ciudadela, profundas fosas que se inundaban como protección con agua de la bahía. Hoy día, como recuerdo de esta estructura tenemos la Puerta de la Ciudadela, frente a la Plaza Independencia que es testigo de lo que fue Montevideo en sus inicios. A lo lejos, apreciamos el punto máximo, el Cerro, que sirve para avistar la llegada de invasores. |
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